Barcelona / j re crivello// Escritor y Editor / Fundador de Masticadores

–Hola. El industrial chocolatero saludo al arquitecto. Su interlocutor traía una maqueta de madera muy fina en la que se veía una fachada pintada en papel y pegada con cola de harina. Los grumos de aquel desperfecto permitían ver que era un sueño plantado rápidamente antes de visitarle. Pero le sorprendió aquella fachada que acababa en recortes cuadrados. No quiso interpretar, solo fue hasta una alacena y retiro de allí una abundante pila de chocolate hecha con el mejor cacao de Cuba. Luego la recortó con un cuchillo fino y duro traído de su último viaje a la India. Los cortes -en cuadrados- de no más de 10 centímetros y recios, los puso uno encima de otro hasta imaginar en un papel aquella figura que su colega enseñaba. Luego girándose al plano que adjuntaba, contó una a una las cerámicas que aguantaban esos cuadrados imaginarios y la coronaban. Descubrió que…
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